Y las cosas ya no son igual las disculpas no cuesta aceptarlas, me cuesta saber perdonar.
Y vuelvo a despertar, cansado de estar tan cansado de ser me digo:
“No hay mitad que sea tan mala como la que tenés”.
Y olvido que traigo conmigo canciones y amigos tu alma es ahora mi estrella el dolor ya no hace mal.
Porque hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar y me acuesto en la cama que un día
la ropa te supe robar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario